Velocímetro y depósito de gasolina
Para gestionar una empresa, como cuando conducimos un coche, hay que mirar al velocímetro pero también al depósito de gasolina.
En la empresa el velocímetro es la Cuenta de Resultados, que nos indica la velocidad. Velocidad de Ventas y velocidad de Beneficios. En principio, a mayor velocidad, mejor coche.
El depósito de gasolina es el Balance, que nos indica el combustible que nos queda: la liquidez o la capacidad de mayor endeudamiento. Las inversiones (en inmovilizado o en circulante) son kilos que le ponemos al coche, haciendo que consuma más, y vacían el depósito. Los beneficios, en cambio, llenan el depósito. Las pérdidas vacían el depósito.
Parece increíble, pero muchos empresarios conducen la empresa sin mirar el Balance; sin mirar el depósito de gasolina. Es por eso que, en estos momentos de crisis, muchas empresas se están parando, porque los beneficios son insuficientes para rellenarlo, y el peso de las inversiones (algunas voluntariamente realizadas y otras forzadas, como las que son consecuencia de los mayores inventarios o los impagados) acaba abocando al estrangulamiento financiero.
Hay que seguir de cerca el balance. Cada mes al menos.