Todos contra todos
Ayer leía el Financial Times en el avión de vuelta de mis vacaciones y un artículo empezaba con la siguiente frase: "The UK has greater need than ever to draw on its talent to devise world-beating products and services and sell them across the globe"
La frase me hizo pensar: ¿qué país no desea los mismo? Prácticamente cualquier país del mundo podría suscribirla. Desde luego, mi país, España, la suscribiría al pie de la letra.
Sin duda alguna todos los países del mundo están inmersos en una batalla global por loa mercados globales. Todos contra todos. Es una lucha de las empresas y es una lucha de los países. En esa lucha sólo vencen los que se esfuerzan por ser distintos, por desarrollar su talento y el espíritu emprendedor y son suficientemente descarados y ambiciosos.
Alguien pensará que es una batalla perdida para algunos países más pequeños, pero yo creo que no lo es. Todos los países y todas las empresas tienen oportunidades de vender en todo el mundo si confían en si mismas y se esfuerzan en ello. Claro está que para ello hay que aunar innovación (ideas, tecnología diferencial) y buena gestión. Hoy en día no son exclusivos de los grandes países. Los BRIC nos lo están demostrando todos los días.
Las empresas de los países occidentales grandes (EEUU, Alemania, Francia, UK, Italia...) son grandes y fuertes, pero no son invencibles. Al contrario, se han de afanar, como las pequeñas, para reinventarse cada día. Porque si algo caracteriza estos tiempos es que nadie puede dormirse en los laureles. Las pequeñas empresas y los pequeños países tienen grandes oportunidades; y los grandes no pueden dormirse en los laureles.
Un ejemplo es España. Nuestro petroleo es el turismo, pero hay muchos países desarrollando su turismo con fuerza, y el nuestro debe mejorar y renovarse continuamente si no quiere perder su liderazgo.