20 cambios del mundo post COVID19
Me permito reproducir aquí un correo que he recibido de OnetoOne Corporate Finance firmado por su presidente Enrique Quemada, en el que desarrolla los 20 cambios, que él califica de irreversibles, que traerá esta crisis.
Los resumo tal como aparecen en el texto de Quemada. Estoy seguro de que pueden generar mucho debate.
Puedes leer el artículo completo (en inglés) en este enlace.
La economía europea se asemejará a la japonesa. Habrá que luchar contra la deflación. Bajo el liderazgo fortalecido de Alemania, una Europa herida permanecerá más unida que nunca.
Los EEUU adoptarán una política keynesiana, con más deuda pública y creación de dinero que nunca, lo que generará mucha inflación. Se acelerará el declive del Imperio Americano. El dólar, en consecuencia, perderá su papel como moneda de reserva. Y dejará de ser un arma de poder en manos del gobierno yanqui.
Se consolidarán los tres grandes bloques o regiones políticco-económicas: EEUU, China y Europa. La producción y el comercio se regionalizará más. El temor a los fallos en la cadena de suministro provocado por el COVID19 acelerará ese proceso.
China incrementará más el peso del consumo privado y los servicios en su PIB. Su crecimiento se estabilizará alrededor del 3,5% anual.
Los países de la OPEP y los países en desarrollo serán los grandes perdedores, debido a la caída del precio de las materias primas y la huida del capital hacia los países desarrollados.
Emergerán nuevas formas de colaboración entre países.
Aumentará la inversión pública. Pero no evitará que se amplíe la diferencia entre ricos y pobres. Los trabajadores menos cualificados estarán en desventaja ante el auge de la digitalización y el teletrabajo.
La religiosidad se incrementará.
Habrá menos demanda de oficinas y los alquileres caerán.
Los ciudadanos habrán aprendido a consumir menos. Y lo harán cada vez más online. Los centros comerciales pasarán a ser cada vez más centros de ocio.
La educación online será más popular. Sobre todo la universitaria y los master.
Las empresas contratarán menos empleados y más autónomos. El número de freelancers crecerá.
Los fondos de Private Equity invertirán más en los sectores de salud, alimentación y tecnología.
Muchas compañías venderán subsidiarias y negocios no estratégicos para mejorar su liquidez. Se priorizarán proveedores de proximidad y se reducirán los modelos de suministro just-in-time. Se acelerará la concentración sectorial y regional, liderada por las compañías más fuertes.
Dejando atrás definitivamente la burbuja de las salidas a bolsa (IPO) de compañías con pérdidas a precios desorbitados, los inversores solo invertirán en compañías con beneficios. Algún unicornio se desinflará y quebrará.
En el ámbito político aumentará la apreciación pública de los expertos frente a los políticos en general. La mayoría de los líderes políticos actuales perderán las próximas elecciones. La política se polarizará aún más.
El mundo se hará más socialista, acabando con exceso de capitalismo e individualismo que hemos vivido hasta ahora. El papel de los gobiernos en la economía aumentará. También las limitaciones de las libertades.
Los profesionales se cuidarán más de ellos mismos, trabajando menos y saboreando los pequeños placeres de la vida.
Resurgirán las startups, porque el confinamiento y el aburrimiento animarán la creatividad, y porque muchas empresas quebrarán. Los trabajadores descubrirán que hay menos seguridad en sus trabajos de la que pensaban.
La deuda financiera va a aumentar. Será el último impulso del largo ciclo de deuda que empezó tras la Segunda Guerra Mundial.
Como puedes ver, una lista interesante, aunque discutible. De algunos de los temas que toca ya he hablado. De otros iré haciéndolo en las próximas semanas.