A vueltas con la burbuja inmobiliaria
Ayer martes 21, en el diario Cinco Días leí dos artículos sobre la burbuja inmobiliaria.
Uno, auneue de fondo cauto, claramente tendente a creer en la existencia de tal burbuja, y de algún modo avisando de ella, firmado por Nuño Rodrigo, y titulado La mayor burbuja de la historia. Cita un artículo publicado en The Economist, en el que se habla de lo que llaman en el artículo la mayor burbuja de la historia, como el mayor mal que acecha a la economía mundial. Citan datos como que en Estados Unidos el 23% de los inmuebles vendidos en 2004 eran para inversión. No comentan datos de España en ese sentido, aunque me atrevo a estimar que no se alejan mucho de ese porcentaje, si no lo superan. El artículo avisa del peligro que nos acecha.
En el otro, firmado por Enrique Lacalle, titulado Sector inmobiliario: sólido como una roca, el autor afirma que no existe burbuja inmobiliaria, lo que ha existido en los últimos años es confianza porque el tocho a medio y largo plazo no falla nunca . Se pregunta el autor: ¿Hasta cuándo? Y afirma: Esa es la gran incógnita. Sólo una reactivación de los mercados bursátiles podría desacelerar el ritmo actual de compraventa de inmuebles .
Mi opinión. Los lectores ya la saben. Soy moderadamente pesimista. Creo que sí que tenemos una burbuja inmobiliaria, y que el riesgo de que nos explote en las narices existe y es mayor cada día. Y ojalá me equivoque.
Espero equivocarme en el sentido de que las consecuencias de esa explosión sean relativamente leves, porque los precios se estabilicen poco a poco, sin frenazos bruscos. Pero no creo que me equivoque en cuanto a que la burbuja exista y en cuanto a que explote, y provoque nerviosismos. Con consecuencias en el corto plazo imprevisibles.
Para mí que se produce un círculo vicioso que está cada día más a punto de romperse.
El círculo vicioso es: Interesess bajos, bolsas poco atractivas, ausencia de alternativas a la inversión: inversión en inmuebles, sea para uso propio, sea para acumular patrimonio. Dicho círculo vicioso se romperá cuando pase a ser: Intereses más altos, bolsa atractiva, inmuebles en exceso con dificultades crecientes para su venta: caída de la inversión en inmuebles, lo que acelerará el círculo, porque habrá quien venderá con nerviosismo, o dejará de pagar hipotecas, y ello hará caer más los precios, y el dinero dejará de acudir al mercado inmobiliario. Y el peligro es que eso se acelere hasta generar un período de pánico, y agudizar la caída de precios de los inmuebles, y con ello las consecuencias negativas para toda la economía.
El artículo del Economist nos reucerda que en dos países ya ha pasado (Japón y Alemania, precisamente) y las consecuencias sobre la caída del consumo han sido muy negativas.
Si miramos aquí a nuestro entorno, ¿qué está pasando?. La Bolsa está recuperando interés. Los tipos, como consecuencia de la inflación producida por el petroleo, pueden subir en el segundo semestre. ¿El resultado? Hay que dejar de entrar en el mercado inmobiliario ya. Aunque no todo está de acuerdo, lo cual nos abre a una sana polémica.
No obstante, quiero recordar que lo mismo pasaba en el año 2000, cuando aparecían los apóstoles de Internet y del eCommerce y negaban toda evidencia de burbuja. ¡Hasta el día antes sde que explotara!
(De este tema seguiremos hablando en los próximos días).
Quien desee leer el interesante artículo citado de The Economist, puede encontrarlo enwww.economist.com