Aguas de Barcelona en momentos cruciales
No es una época normal en la veterana sociedad general de aguas de barcelona, ahora llamada Agbar. Acaba de estrenar presidente y de vender una división entera (Applus). Le quedan dos: la unidad de negocio central de Agua y Saneamiento (negocios en el ciclo integral del agua), y la de Salud (Adeslas), en sociedad con la francesa Mederic.
¿Qué pasará con Agbar ahora?
¿Se desprenderá también del negocio de Salud, para quedarse sólo en el agua? ¿Si fuera así, se puede llegar a plantear una salida a Bolsa de Adeslas, que ha alcanzado una facturación de 1.000 millones de euros y es la organización privada de servicios sanitarios más grande de España? Desde luego, novios y opciones no le faltarán, incluida quizás una oferta de su socio francés.
¿Si se queda en el agua, lo hará en solitario, o es posible que La Caixa y Suez se planteen la venta de la compañía? En ese sentido, cuando se observa la agresiva actitud compradora de Veolia en Francia, que ya ha planteado a Suez la compra de sus negocios de agua internacionales, es normal presumir que el asunto de una venta a Veolia está sobre la mesa de Fornesa en La Caixa. De recibir luz verde. Veolia habría de lanzar una OPA sobre Agbar, que probablemente sería muy bien recibida por sus accionistas.
A La Caixa, por otro lado, el fruto de la venta le vendría muy bien si debe apuntalar de manera inapelable y definitiva la OPA de Gas Natural sobre Endesa.