Aprendamos mecanografía
¡No paramos de teclear, y la mayoría lo hacemos con dos dedos!
Esta semana estaba viendo a mi médico de cabecera tecleando lentamente en mi ficha en su ordenador. Me acababa de atender con 45 minutos de retraso. Todos nos quejamos (al menos yo lo hago, y mucho) de la falta de puntualidad de muchos médicos. Y ellos se quejan de que atender a un “paciente” (quizás con esa palabra ya se entiende todo) les cuesta más de lo previsto. Supongo que hay muchas razones para esa falta de productividad, pero seguro que una de ellas es la incompetencia mecanográfica de la mayoría de facultativos.
Ese problema se extiende a la mayoría de la población.
Hace años (parece que siglos), el trabajo de mecanografía lo hacían las administrativas, las secretarias, las “mecanógrafas”; pero ahora no es así. Ahora cada palo aguanta su vela; cada uno entra sus datos. Cada uno está delante de un teclado. ¡Y nadie nos enseñó debidamente a mecanografiar!
¿Cuántas horas se pierden a lo largo de un año en un país porque la mayoría de sus ciudadanos no tiene una nociones básicas de mecanografía?
Yo, que ya venía siendo consciente de ello desde hace mucho tiempo, ahora que puedo hacerlo, voy a ponerme a tratar de teclear más rápido y de hacerlo con todos los dedos de ambas manos. Nunca es tarde para aprender.
Y os aconsejo a todos mis lectores que hagais lo mismo.
Basta entrar a Youtube y encontrareis clase de mecanografía gratuitas. No hay excusa.
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Una anécdota final:
Cuando hacía la carrera de Ciencias Empresariales, había un compañero de clase que por su cuenta estudiaba mecanografía. Nos enseñaba como escribía con todos los dedos de las dos manos, sin mirar las teclas y a una velocidad endiablada. A todos nos parecía un poco “rarito”, pero con el tiempo he entendido que los raritos éramos los demás.
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Un comentario obligado:
Algún lector pensará que para qué aprender ahora mecanografía si ya no hace falta teclear sino que basta con dictarle los textos al ordenador y él ya lo escribe por nosotros.
Yo, y supongo que muchos más, seguimos tecleando porque hacerlo nos permite redactar de forma reposada y consciente lo que queremos que quede plasmado en el texto. Y me parece que seguirá siendo así mucho tiempo.
Pero es una opinión personal.


Estimado Paco, ahora entiendo por qué algunos pacientes se curan más rápido en casa que en la consulta: porque el médico tarda tanto en teclear la baja que, para cuando sale, ¡ya están sanos!