Apuntes a esta crisis de cambio de siglo (2): Por qué soy optimista ante la recesión
Porque, si miramos con detenimiento los factores que la han provocado, creo que van a evolucionar positivamente:
Los precios de los activos inmobiliarios van a tocar suelo pronto. La caída del interbancario y la recuperación paulatina del crédito van a devolver una demanda incipiente al hasta ahora congelado mercado inmobiliario. Aunque será a precios entre un 20 y un 50% más bajos que los del momento del estallido de la burbuja.
La actuación firme de los gobiernos parece asegurar el retorno de la confianza de los ciudadanos en la banca, e incluso la recapitalización necesaria de los bancos más afectados, aunque sea a costa del erario público. La contrapartida será el aumento del déficit público y de la deuda de la mayoría de los estados.
Los tipos de interés tendrán una suave tendencia a la baja, ante las expectativas de menor crecimiento y de menor inflación, si el petróleo y las materias primas, a corto plazo, moderan sus precios.
Si se recupera la confianza en el sistema, se vuelve a abrir el grifo del crédito, bajan los tipos, y se modera la inflación, la caída del consumo y la inversión no será tan grave, a medio plazo, como se está temiendo. Aunque ambos seguirán cayendo al menos un par de años, el escenario que se descontaba en el pánico era dantesco, y no llegará a tanto. En conclusión: recesión si. Y durante dos años. Pero no tan grave como han llegado a pensar las bolsas.