Aumentos de capital, o cómo manipular a los socios
Sufro en mis carnes, como supongo que les ha pasado a muchos de mis lectores, un abuso mercantil propio de estos tiempos: un grupo promotor y de dominio de una sociedad que acogió mi dinero con gran alegría y a precios desorbitados por participación cuando le convino, pero que ahora, cargados de "razones", lanzan una nueva ampliación a un precio de derribo, en la que se aseguran una posición de dominio, capitalizando créditos o poniendo mucho menos de lo que yo puse. Y eso sin dar la cara con una argumentación clara, sino escondiéndose tras alambicadas hojas Excel (¡si supiera San Bill Gates los delitos que se cometen al amparo de su invento!).