Siempre ha sido aconsejable entrar en la web de BH para leer la carta anual de Warren Buffett, y de paso la de Charlie Munger, los dos ancianos que gestionan (Buffett) y aconsejan (Munger) el mayor (o uno de los mayores) holding financiero de empresas participadas que hay en el mundo. ¡Y el más exitoso!
Hoy lo he hecho y me he encontrado con la sorpresa (relativa) de que tanto uno como otro redactan una carta que tienen todo el aspecto de un testamento empresarial.
Buffett explica que su figura se separará en dos: un chairman, que será su hijo, y un CEO, un ejecutivo que lleve las riendas del exitoso conglomerado. Algo que Buffett ha hecho en los últimos 50 años, y que, dada su avanzada edad, es muy probable que pronto no pueda seguir haciéndolo.
El propio Buffett explica que ya tienen identificado el nuevo CEO, para que tome posesión en el momento en el que él se vaya. Probablemente sea un directivo de la casa, como Munger confirma, incluso aportando dos nombres. Ya se verá.
La cuestión que supongo que sus accionistas y los analistas que siguen la acción se están preguntando es: ¿estará el nuevo CEO a la altura del legado de WB? ¿Alguien que sepa adaptar lo que Munger llama el “sistema Buffett” a los nuevos tiempos?
Obviamente, ellos creen que sí, y de sobras. Pero no será fácil, porque su figura es irrepetible.
El mercado estará atento. ¿Será un fracaso, como la sucesión de Jack Welch en General Electric o la de Lee Iacoca en Chrysler? ¿O será un éxito como la de Steve Jobs en Apple? El tiempo lo dirá, pero si en algún país es perfectamente posible una sucesión exitosa es en Estados Unidos.
Buffett no ha sido un gestor infalible. Dejó pasar oportunidades de compra como Walmart o Apple, a la que se subió más tarde. Pero su filosofía de inversión y de gestión de un holding, su “sistema” le han aupado a la condición de leyenda en el mundo empresarial y en especial en el de las inversiones, y le ha hecho multimillonario. Es conocido y admirado en todo el mundo como “el oráculo de Omaha”.
No es el espacio adecuado para explicar su SISTEMA, pero voy a citar algunos trazos, más que nada para apuntar el reto que le queda al sucesor:
Ser paciente con las inversiones. Pueden tardar años en dar resultados.
En consecuencia, priorizar el largo plazo.
En consecuencia, tener una baja o nula rotación tanto de inversiones como de CEOs de las participadas.
Dar confianza e independencia a los CEOs de las empresas compradas. Normalmente no cambiarlos: si la calidad del CEO es uno de los principales argumentos para comprar una empresa, ¿por qué cambiar su CEO?
Comprar extraordinarias empresas a precios razonables. No lo contrario.
Ninguna presión para que los CEOs se retiren por edad.
Mínima intervención del holding en las participadas. Máxima independencia y máxima confianza en los gestores. El “sistema” es el del holding, pero cada CEO aplica su sistema.
Un holding pequeño con los mínimos recursos. Básicamente Finanzas y Auditoría. Ni Recursos Humanos, ni Marketing, ni Legal, ni Sistemas de Información… Tampoco Control de Gestión: las participadas no han de mandar su Budget al holding.
En fin, con Warren Buffett se acabará una era.