Cuidado al invertir en renta fija
En estos momentos de desconcierto general, que también llega al campo de las finanzas, muchos ahorradores buscan qué hacer con sus ahorros para que estén seguros y a la vez les produzcan una rentabilidad mayor que la que obtienen en cuenta corriente. A lo primero que se dirigen es a los depósitos bancarios. Sin embargo no están cómodos con depósitos porque la confianza en los bancos está por los suelos. Entonces, ¿qué hacer?
La respuesta que encuentran en sus asesores es la inversión en renta fija.
Muchos creen que la renta fija es la salvación, porque piensan que no hay riesgo. Si alguno de mis lectores piensa así, quiero avisarle de que se puede estar equivocando.
En la renta fija hay riesgo. Hay riesgo hasta de tres tipos: de caída de la solvencia del emisor, de subida de los tipos de interés y de cambio, en aquellos títulos que estén nominados en monedas distintas al euro (para los que invierten desde esta moneda).
¿Cómo evitar esos riesgos?
El de solvencia, invirtiendo en renta fija pública. Los bonos privados están sometidos a rebajas del rating de sus emisores. Recientemente le ha pasado a la propia General Electric, y a muchas otras empresas. Quienes poseían bonos de esas empresas han visto sorprendidos como rebajaban su valor de un día para otro, peor que si se trataran de acciones. Hay que decir que si la empresa no entra en concurso de acreedores, al vencimiento del bono el inversor debería recuperar el nominal del bono. Pero ¿cuando es el vencimiento? y ¿a qué precio se compró el bono? ¿Al nominal o por encima del nominal?
El de subida de tipos de interés se evita invirtiendo en bonos a tipo variable, o en bonos a vencimientos cortos. Los bonos experimentan una caída cuando suben los tipos de interés de referencia. Un bono que paga el 4% es bueno si el Euribor está al 3%, pero malo si está al 5%. En este caso pasa a valorarse con descuento (por debajo del nominal); tanto más cuanto más a largo plazo sea su vencimiento.
Por último, el más fácil. Se evita el riesgo de divisa invirtiendo en bonos nominados en nuestra propia moneda.