Datos que corroboran la crisis del Venture Capital en el último año
En los últimos 4 trimestres el Venture Capital (VC) ha entrado en crisis. Las cifras del primer trimestre de 2023 son más del 50% inferiores a las del 1T22. En captación de capital y en operaciones de compraventa de empresas.
Es una crisis producida por la combinación de tres factores:
El parón de la actividad económica producido por la Covid, que truncó los ambiciosos planes de la mayoría de startups, a excepción de algunos sectores, como comercio electrónico o sistemas de teleconferencia.
La inflación provocada por la ruptura de las cadenas logísticas y el encarecimiento de las materias primas, además del desajuste del mercado de trabajo en todo el mundo. Y que tanto está costando doblegar, aunque los bancos centrales lo intenten, a costa del crecimiento.
El aumento de la prima de riesgo en todo el mundo, debido a los problemas geopolíticos (empezando por la guerra Rusia-Ucrania, que se ha convertido en una guerra mundial soterrada, y siguiendo por la nueva Guerra Fría entre China y Estados Unidos). El dinero se ha vuelto más cobarde y exige rentabilidades mayores y evita los proyectos más inciertos, lo que es un torpedo en la linea de flotación del capital riesgo.
Obviamente, como consecuencia de todo ello, el alza de los tipos de interés. El capital riesgo lo nota al tratar de captar capital (que pide más rentabilidad, y que escasea, buscando puertos más seguros), a la hora de vender sus participadas (que de pronto han bajado radicalmente de precio) y a la hora de endeudarse, porque la deuda es más cara, cuando no es inaccesible.
¿Qué ha hecho es están haciendo los fondos de VC? Pues centrarse en que sus participadas ganen runway; es decir, que gasten menos y se aseguran de disponer de liquidez para al menos 18 meses, y si es más, mejor. Y el capital evita invertir en proyectos que no facturen y no tengan ebitda positivo. De nuevo la consigna es: hay que generar cash si se quiere sobrevivir.
En este entorno, algunas compañías se han quedado literalmente colgadas de la brocha.
En resumen: se acabaron los días de vino y rosas en los que muchos se (nos) olvidaron de que el capital riesgo es capital y riesgo al 50%.