Hace poco se me ocurrió ir a ver pisos de la Sareb en la ciudad de Manresa, en Barcelona. Un anuncio apuntaba a una oportunidad interesante para inversores decididos a alquilarlos. Mi decepción fue total cuando vi de qué pisos de trataba: lo mal situados, lo mal construidos, la historia previa de okupación e incluso las trabas administrativas (tras llegar a un acuerdo de compra con el banco propietario hay que esperar a que la comunidad autónoma y el ayuntamiento no ejerzan su derecho de tanteo, y pueden pasar varios meses).
El drama de los pisos de la SAREB
El drama de los pisos de la SAREB
El drama de los pisos de la SAREB
Hace poco se me ocurrió ir a ver pisos de la Sareb en la ciudad de Manresa, en Barcelona. Un anuncio apuntaba a una oportunidad interesante para inversores decididos a alquilarlos. Mi decepción fue total cuando vi de qué pisos de trataba: lo mal situados, lo mal construidos, la historia previa de okupación e incluso las trabas administrativas (tras llegar a un acuerdo de compra con el banco propietario hay que esperar a que la comunidad autónoma y el ayuntamiento no ejerzan su derecho de tanteo, y pueden pasar varios meses).