El ejemplo de La Roja
La selección española de fútbol supone un ejemplo magnífico de lo que se puede conseguir cuando se selecciona a los mejores, se les da continuidad y confianza, y se establece una complicidad entre ellos que hace que actuen con plena confianza y como un equipo.
Si se mezcla el genio personal con un esquema de actuación conjuntada, y se establecen metas ambiciosas a largo plazo, los éxitos llegan irremisiblemente.
Una fórmula que exige líderes adecuadas que orienten pero no quiten el protagonismo a los que realmente cuentan, los jugadores. Todo eso es perfectamente trasladable a la empresa.
Por otra parte, el éxito de estos chavales de 20 a 30 y pocos años demuestra que si supiéramos sacar partido de nuestra juventud no tendríamos al 50% de ellos en paro.