El "enfermo" sigue en la UVI
Las bolsas mundiales en general y la española en particular siguen en situación crítica y creo que conviene reflexionar sobre la dinámica de las bolsas, tal como yo las veo.
Hay 3 bandos siempre en los mercados de renta variable:
Los pesimistas
Los optimistas
Los neutrales
Los pesimistas creen que los problemas de la economía global no son un leve constipado sino un doloroso cáncer, que aún no se ha extirpado, y que lo peor está por llegar.
Los optimistas creen que las medidas tomadas a todos los niveles han sido acertadas y que la recuperación llegará de un momento a otro, que ya se está en esa senda, aunque cueste notar todavía los síntomas de mejora.
Los neutrales no se inclinan ni por lo uno ni por lo otro. Están a la expectativa. Cuando ellos se pronuncien de forma mayoritaria, inclinarán la balanza a favor o de los pesimistas (y las bolsas bajarán aún más) o de los optimistas (y las bolsas subirán con más fuerza de lo habitual, porque la gran masa de neutrales se mueve en bloque, produciendo pánico en las caídas y sensación de euforia en las recuperaciones).
Al fin y al cabo, el mecanismo de los mercados ha reaccionado indistintamente a la realidad y a las expectativas. Las expectativas se sustentan en la realidad, pero la realidad también está afectada (y muchísimo) por las expectativas. Se produce, de hecho, un círculo vicioso: si las expectativas son malas, cae el consumo y la inversión, y en consecuencia cae el crecimiento del PIB, lo que afecta negativamente a las expectativas, y por tanto vuelve a afectar a la realidad, en un bucle muy pernicioso.
En un momento como el actual, con un déficit muy serio de expectativas, no es de extrañar que los mercados financieros estén por los suelos.