El fin de una era
"Lo que es bueno para General Motors es bueno para America" se decía.
Con la bancarrota de General Motors esa frase dejará de tener sentido. Se acaba una época, en Estados Unidos y en el mundo, con la quiebra de ese gigante que ha sido en los últimos años el paradigma de la mala gestión y de la intransigencia de los sindicatos.
Para EEUU es una señal de cambio perfectamente palpable. Cambio en el enfoque de los negocios y en el enfoque del propio sistema social y económico norteamericano. Algo que ya venía produciéndose desde hace tiempo, y que ahora simplemente se culmina.
¿Serán los americanos capaces de aprender la lección? Yo creo que sí. Yo espero que sí. por el bien de este planeta.