El gran fenómeno económico y social de los años 10
El principal fenómeno económico a tener en cuenta en esta década será sin duda el hecho de que toda una serie de países hasta ahora considerados subdesarrollados, o pertenecientes al Tercer Mundo, están inmersos en un proceso de modernización en lo político y en lo económico, de modo que van a pasar si no al Primer Mundo, si al Segundo.
Si separamos el mundo en tres divisiones de países, nos encontraríamos con una primera división formada por las cuatro grandes potencias: EEUU, Japón, la Unión Europea, si la consideramos una potencia integrada, y creo que podemos incluir a China; la segunda división la constituye el grueso de los países llamados "ricos", como Canadá, Brasil, India, Rusia, Sudáfrica, México, Australia, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza y los países árabes productores de petroleo del Golfo Pérsico y los tigres asiáticos (Corea, Taiwan, etc.); la tercera división, o el tercer mundo, eran hasta ahora el resto.
Pero, así como China ha subido en la última década de la tercera a la primera división, y ha sido y es uno de los mayores fenómenos vividos en lo que llevamos de siglo XXI, de esa misma tercera división van a subir a la segunda muchos países en lo que resta de esta década.
Siguiendo el ejemplo de Turquía, que es la primera y el modelo exitoso a seguir, muchos países árabes del Norte de Africa (Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto, por ejemplo) van a dar el salto. Túnez y Egipto están experimentando ahora mismo una revolución política forzada pacíficamente por sus ciudadanos, en especial los jóvenes y las clases medias.
En América, el ejemplo a seguir es el gigante Brasil. Muchos países sudamericanos están siguiendo su ejemplo y van a ascender al segundo mundo. Es el caso de Argentina, Chile y Colombia, por ejemplo. Incluso quizás Costa Rica y Venezuela, si supera sus problemas políticos. Se quedan rezagados los demás países de América del Sur y las pequeñas repúblicas centroamericanas y caribeñas. Y desde luego entre ellas Cuba, aunque en esta década iniciará el gran salto a la normalidad.
Las consecuencias de este fenómeno macroeconómico de dimensiones descomunales serán enormes. Supondrá grandes retos pero también grandes oportunidades. Retos para los países hasta ahora "ricos" porque tendrán nuevos competidores en los mercados internacionales. Pero una gran oportunidad de conseguir los beneficios de un mundo global, si, pero más igualitario y justo, en el que la riqueza esté mejor distribuida.
Hay quien lo compara con la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, con el enorme avance en la riqueza del mundo que conllevó, dejándonos el Estado del bienestar, y los gigantes económicos actuales que dominan la Primera División económica mundial: EEUU, Japón, el corazón de la actual UE (Alemania, Francia, Gran Bretaña). El único que ha aparecido con posterioridad es China.
Hay tres factores clave que van a escasear en lo que resta de década (y quizás más allá): materias primas, energía y dinero. Los tres van a encarecerse como consecuencia de esa escasez. Los operadores económicos que lo prevean y se preparen para ello serán los ganadores de la década.