La lenta burocracia de este país (España) nos hace perder muchos puestos en el ranking mundial de productividad y de sociedades business friendly.
El archiconocido artículo Vuelva usted mañana de Mariano José de Larra sigue vigente más de un siglo después. Y las consecuencias las pagamos todos. No siendo sólo económicas, sino que incluso hunden sus raíces en los episodios de corrupción político-empresarial que ahora mismo sufrimos, y que la mayoría de los ciudadanos consideramos endémicos.
Es decir, nuestra todavía lenta e inoperante burocracia es la causa de muchos de nuestros problemas como país.
Nadie bienintencionado quiere hacer desaparecer los controles públicos que requieren algunas actividades, pero no es de recibo que se haga tan mal. En dos sentidos: el exceso de regulación y la inoperancia funcionarial.
El exceso de regulación ya lo denuncié en una post en el pasado: España es un país que trata de regularlo todo, ahogando a quienes respetan los derechos de los demás y cumplen sus deberes, que son la mayoría, por culpa del incumplimiento de una minoría, que el Estado, las instituciones (policiales y judiciales) no saben sancionar con justicia y diligencia. No voy a insistir en ello.
Hoy me fijo en la inoperancia funcionarial. Que no sólo se debe a la escasez y/o incompetencia de los funcionarios que han de mover los expedientes, sino que también viene supeditada al mismo exceso de regulación antes citado.
Los partidos políticos llevan tiempo hablando de la “Reforma de la administración”, pero no saben o no quieren abordarla. Es una reforma que sería muy beneficiosa para el país, pero que eliminaría puestos de trabajo y privilegios de muchos que se resisten a perderlos. ¡Y que tienen mucho poder! Aunque sea en la sombra.
No me ha hecho falta hablar con amigos para que me citasen ejemplos de lo que estoy diciendo, aunque sé que me aportarían muchos. Yo mismo puedo hablar de muchos de ellos.
Voy a mencionar sólo tres, a modo de pequeña muestra del problema y sus consecuencias:
a) España está a la cola de la Unión Europea en cuanto a producción de biometano a partir de residuos agrícolas. Una fuente de energía limpia producida a la vez que elimina residuos, algunos de ellos contaminantes. Se avanza, porque algunos hemos decidido apoyarlo con nuestro dinero, pero el proceso para obtener los permisos antes de ponerse a construir una planta tarda entre 13 y 24 meses.
b) Un gran empresario del mundo de la distribución nos confesaba a un grupo de economistas que tuvimos el placer de visitarlo, que la mayor traba a la expansión de sus tiendas es la burocracia previa a la apertura, que en algunos casos implicaba un proceso de hasta 3 años.
c) Algo muy conocido pero no por ello menos problemático: la mayoría de ayuntamientos tardan meses (ya veces años) en otorgar las licencias de obras que permiten construir los nuevos pisos que en estos momentos se requieren para resolver el problema del acceso a la vivienda en España. Como inversor he sufrido, por ejemplo, los más de 24 meses que se tomaba el ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés en Barcelona.
Y hay muchísimos casos más.
Es un problema conocido al que se está empezando a atacar, pero que no se hace con la fuerza y dedicación suficientes. Justo estos días he oído declaraciones de intenciones en el sentido de ponerse un objetivo de recorte de plazos o de lanzar una llamada a los licenciados universitarios para que consideren la función pública como una salida interesante para sus carreras. Pero todos somos conscientes de que hay mucho que hacer, y que sólo una oficina 100% dedicada a la reforma de la función pública, respaldada por los partidos (y no sólo el gobernante) haría posible un salto de calidad en este tema.
No soy muy optimista, pero me parecido necesario compartirlo con mis lectores.
No sabía que McNamara hubiera actuado en ese sentido. ¡Cuánto añoramos a grandes políticos como él!
Yo coincido plenamente. Como curiosidad te diré que mi tesis de licenciatura en ESADE (1977) se tituló "Aplicación de las técnicas de management a la gestión de municipios".
Introducir prácticas de buena gestión de empresas en la administración pública podría introducir mejoras. En este sentido y aunque se trata de Estados Unidos y no de España, siempre me ha llamado la atención el trabajo del Secretario de Defensa de Kennedy, Robert McNamara que fue de los pioneros en introducir prácticas del management empresarial para mejorar la eficiencia de la gestión pública y racionalizar la toma de decisiones. Elon Musk, más recientemente, ha sido otro empresario metido a "gestor de lo público". Aunque ambos vieron la burocracia como un obstáculo, creo que McNamara intentó gestionarla y mejorarla a través de herramientas analíticas, mientras que Musk parecía más inclinado a "desmantelarla" o atacarla directamente. McNamara implementó una disciplina y análisis sistemático en una burocracia establecida y Elon Musk ha actuado más como un "hacker" del sistema, intentando forzar cambios desde una posición de influencia externa, con un enfoque más disruptivo y a veces menos predecible. Me quedo con distancia con McNamara.