EL Pirineo como motor económico
Estas dos semanas pasadas mis hijos y yo hemos hecho la Ruta Transpirenaica en bicicleta BTT. Ha sido una experiencia inolvidable. Me ha hecho pensar en el gran motor económico que podría ser para toda el área prepirenaica desde Llansá a Hondarribia (Girona a Guipuzcoa) que recorre. Ya lo es de alguna manera, pero creo que podría serlo mucho más. Señalización, puntos de apoyo mecánico, hospedaje, arreglo de caminos, son muchas las cosas que se podrían hacer para que el recorrido y la experiencia mejoraran y facilitaran un acceso más generalizado. No sólo de catalanes, sino de ciclistas del resto de España y del extranjero. Podría llegar a ser un segundo Camino de Santiago.
La verdad es que no hay nada como la bicicleta para ver y disfrutar del paisaje, del entorno maravilloso que es nuestro Pirineo. Y qué placer llegar a los hoteles, pensiones, hostales, albergues, campings o casas rurales después de una etapa agotadora. Y qué orgullo llegar a Hondarribia (Fuenterrabía) y ver el Cantábrico después de haber dejado atrás el Mediterraneo.
Animo a los implicados: Estado, Comunidades, Diputaciones, Consejos comarcales y Ayuntamientos afectados, a que se pongan a ello. El turismo en España ha de ganar en propuestas diferenciadas y de calidad.
Lo que yo he visto ha sido consecuencia del esfuerzo aislado de unos cuantos.
Para empezar de Javier Piriz, un cacereño amante de la bicicleta y la montaña, que mantiene un blog Zinaztli. Cicloturismo de montaña con alforjas. Javier explica en su blog todo el recorrido de la Transpirenaica en 17 etapas duras pero cómodas, que permiten acabar a mediodía a quienes vayan más fuerte, o hacerlo con comodidad a quienes estén más flojitos. Yo tengo 62 años y acababa a mediodía. Eso sí, con la ayuda de mi bici Orbea eléctrica con sistema Bosch que ayuda al pedaleo. Además de la explicación detallada de cada etapa, Javier también tiene registrado el recorrido en la App Wikiloc, lo que permite, sólo con un smartphone (nosotros lo llevábamos sujeto en el manillar), seguir al mínimo detalle y de manera muy fácil el recorrido.
En el recorrido, hay preciosas casas rurales (Albanyá) u hoteles (Pont de Suert, Llavorsí), con apoyo al ciclista, pero también hay pueblos con muy mala solución como Bagá o Noves de Segre en Lleida.
Animo a todo el que quiera hacerla a que se prepare un poco, se imponga unas fechas y lo haga.
¡Ah, y si no dispone de 17 días, también se puede hacer en 15 días, con un poco de esfuerzo o de trampa! O, desde luego, hacerla parcialmente.