El problema de la energía desde la perspectiva de la demanda.
Habitualmente se enfoca el problema de la energía desde la perspectiva de la oferta: el agotamiento de las fuentes de energía, y el surgimiento de alternativas. Pero el problema también puede resolverse (o al menos mitigarse) desde el lado de la demanda: aumentando la productividad energética para rebajar la demanda futura de energía. Un artículo reciente del McKinsey Quarterly lo aborda, precisamente, desde esa perspectiva, y apunta un rayo de esperanza. Afirman sus autores que si se hace un esfuerzo de mejora de la productividad o eficiencia energética, el crecimiento medio anual de la demanda de energía en los próximos 15 años podría bajar del 2.2% actualmente estimado, a un 0.6%. Ese resultado es alcanzable, con iniciativas concretas, y que además serán rentables (con rentabilidades superiores al 10% anual). Los autores del artículo son optimistas; creen que una caída del 25% en el consumo energético en 2020, en comparación con lo que pasaría si no se hiciera nada, es perfectamente posible. Describen numerosas vías de reducción de la demanda: - Mejora de la eficiencia de las centrales eléctricas de carbón o gas. Las japonesas son más eficientes en un 70% que las rusas, por ejemplo. - Mejora de la eficiencia en los automóviles, los norteamericanos son un 15% menos eficientes que los europeos, por ejemplo. - El alumbrado y la calefacción residencial suponen el 25% de la energía global, y su crecimiento anual puede bajar del 1.4 al 0.5% si se aplican nuevas tecnologías de aislamiento, calefacción o iluminación. - La generación y distribución de electricidad, que actualmente consume el 40% de la propia energía que produce (es decir, sólo entrega al consumidor el 60%) puede mejorar drásticamente su productividad. - La industria siderúrgica puede bajar su consumo energético un 30% en USA, y un porcentaje mucho más alto en países en desarrollo; las refinerías, entre un 10 y un 20%, y lo mismo las cementeras.
Desde luego, el ámbito de la mejora de la eficiencia energética es una gran oportunidad. No podemos dejarla pasar. Si tenemos éxito incluso haremos un gran negocio; tanto las empresas que inviertan en ello, como la sociedad del siglo XXI.