Leía ayer en un post del infatigable empresario y creador de la comunidad pymeros (www.pymeros.com) Alejandro Peñas, que Luis Martín Cabiedes, el legendario business angel español, le había dicho que no ha encontrado ninguna característica concreta de un proyecto empresarial de éxito que lo distinga de otros proyectos que no han alcanzado el éxito.
Y casualmente hoy me recuerda el suplemento Dinero de La Vanguardia que Microsoft dió su gran salto cuando sus fundadores, Bill Gates y Paul Allen, en 1981, cuando la empresa sólo tenía 6 años, le compraron a un programador (Tim Patterson) una copia del software de otra empresa y se lo vendieron a IBM para el sistema operativo de su flamante IBM PC, con el nombre de PC-DOS; pero IBM les aceptó que lo pudieran licenciar a otros fabricantes de PCs, siempre que le llamaran de otro modo. Así nació el MS-DOS, el sistema operativo que supuso el definitivo despegue de la era del ordenador personal. Y desde ese momento Microsoft empezó a crecer desaforadamente hasta convertirse en el gigante empresarial que es hoy: la empresa más valiosa del mundo, a la par con Apple (en cuya historia también se cruzó).
Porque en 1985 Microsoft lanzó la primera versión de Windows, un nuevo sistema operativo “inspirado” en el sistema operativo del ordenador Macintosh de Apple. Aunque Apple demandó a Microsoft, la demanda no prosperó.
La moraleja que yo saco es que el éxito de un nuevo negocio disruptivo es la combinación de tres factores:
Audacia (A). Se puede sintetizar en el consabido “antes pedir perdón que pedir permiso”
Suerte (S). Sí, se necesita suerte para estar en el momento adecuado en el sitio adecuado. Y, obviamente, como se ha dicho mil veces, a la suerte (y a la inspiración) la ayudamos un poco si nos encuentra trabajando cuando le dé por pasar por delante nuestro. Lo evidente es que con el trabajo no basta.
Inteligencia (I). Y detrás, o delante, como se quiera, de los dos factores anteriores, ha de haber inteligencia. Y no basta con la formación, aunque esta ayude a desarrollar y getsionar la inteligencia. Graduarse en Harvard no garantiza el éxito.
En resumidas cuentas, cuando os pregunten (me pregunten) cómo se hace para tener éxito en una startup, y en los negocios een general, les diré: ASI.
Siempre se ha dicho que la fórmula del éxito es Talento + Trabajo + Suerte, luego Kostolany decía que para ganar dinero hacen falta dinero, ideas, paciencia y suerte.
Sumándolo todo tienes una receta muy completa:
talento
ideas
audacia, como bien dice
dinero
trabajo
paciencia
y mucha suerte
un saludo
Muy buen artículo. Crear una empresa “disruptiva” quiere decir que se crea una solución mejor y diferente de los productos existentes en el mercado. No hay problemas nuevos, hay soluciones mejores (disruptivas) a viejos problemas.
Me gusta lo de la audacia. Añadiría que la disrupción es ir contra el consenso general, es decir, cuanta más oposición tenga tu nuevo modelo de negocio, más garantizada está tu audacia.
En cuanto a la suerte, cuando es catastrófica, puede acabar seguramente con una gran empresa. Pero la buena suerte, por sí misma, no es capaz de construir el éxito. El éxito lo hacen las personas. La suerte no se puede planificar, es inesperada. Si llega la buena suerte la cuestión es qué hacemos con ella y si sabemos sacarle el jugo.
Creo que la inteligencia depende de ser humilde y aprender de los que más saben. Tener ciertos conocimientos de base y saber crear una buena hoja de ruta que te diga qué pasos hay que hacer, en qué secuencia y cómo aguantar y luchar cuando todo falla y nada funciona como estaba previsto.
Muchas gracias Paco por compartir.