El siglo de la proliferación de los viejos como muertos vivientes
Es muy triste ya a la vez muy preocupante, pero es un problema creciente al que, además, yo no le veo solución: la proliferación de ancianos pobres y solitarios que literalmente estamos viendo deambular por loa barrios periféricos de las ciudades sin futuro ni esperanza. Son como muertos vivientes, literalmente. Solo viven esperando a la muerte. Solos, desnutridos, desatendidos en general.
Es el resultado de una sociedad que no puede/quiere atender a sus ancianos, porque la combinación de varios factores, como la baja natalidad, la crisis económica, el encarecimiento de la vivienda y la tensión competitiva que ataca a los valores familiares y fomenta el individualismo, deja de lado a los viejos. ¡Que además se mueren más tarde de lo que debieran!
Hablamos de muchos retos que tiene nuestra actual sociedad, pero a menudo nos olvidamos de este, que es un drama que tenemos a las puertas de casa. Está bien que nos preocupemos por la inmigración, pero ¿qué hacemos con nuestros ancianos?
¿Son unas residencias dignas y accesibles la solución? ¿Debemos avanzar con el tratamiento de la eutanasia?
En cualquier caso, el problema, dado el envejecimiento de la población, no va a ir a menos, sino a más; a mucho más.
No tengo la solución, pero habrá que encontrarla.