El valor de una empresa en un sector en decadencia
¿Cuánto vale una empresa en un sector que está en decadencia? ¿Vale algo, o no vale nada?
Las empresas en sectores en decadencia pueden valer más de lo que se piensa, pero también pueden no valer nada. Depende de cómo se produzca la reacción de los competidores y por tanto la caída de la oferta en relación a la caída de la demanda, y de las características de la demanda remanente. Dichos factores influirán en el tamaño del mercado y en el mantenimiento de los márgenes, de forma que el sector continúe siendo rentable por un tiempo, o no.
Hay sectores en decadencia en los que las empresas realmente no valen nada, porque hay demasiadas, enzarzadas en una guerra de precios para subsistir, porque la oferta supera con mucho a la demanda, y las ventas se hacen con pérdidas. Y a pesar de ello las empresas no quiebran o cierran al ritmo que sería deseable, creando un círculo vicioso. Nadie quiere esas empresas, que están condenadas a la desaparición, en condiciones de absoluta insolvencia. Su única vía de obtener un cierto valor por ellas sería el resultante de una liquidación ordenada, si su valor neto contable (activos a valor real menos pasivos) fuera mayor que el coste de su cierre y liquidación; por ejemplo, por poseer inmuebles de suficiente valor.
Pero, como he dicho, también hay otros sectores en decadencia en los que las empresas pueden tener un cierto valor, en la medida que puedan mantener una buena cifra de beneficios, unida a una baja o a veces nula necesidad de nuevas inversiones. La supervivencia a corto plazo quizás les da la posibilidad de un replanteamiento posterior del negocio, y la entrada en nuevos productos o actividades, aprovechando el fondo de comercio (las marcas, la clientela, la red comercial ) y las capacidades operativas (fábricas, logística, etc.). En este caso, las oportunidades de compra de empresas en sectores en crisis pueden ser muy interesantes.
Ejemplos de empresas que mantiene su valor en un sector en crisis, y se reinventan para sobrevivir, hay, por fortuna, muchos. Uno de ellos es el de Azcoyen, un fabricante de máquinas de venta de tabaco que cotiza en el Mercado Continuo de la Bolsa española, quien, ante las malas perspectivas de la venta de tabaco, debido a las prohibiciones a su consumo, ha entrado en el sector de vending en general, y en el de mecanismos de reconocimiento de billetes y monedas para cualquier uso de autoservicio, aprovechando su marca y su know-how.
Michael E. Porter y Kathryn Rudie Harrigan, en un artículo en la Harvard Business Review (una de las revistas de negocios más prestigiosa) en 1983, titulado End-game strategies for declining industries (Estrategias de final de partido para industrias en crisis o en decadencia), hacen hincapié en diversos factores que influyen en el modo en que evoluciona un sector en decadencia, de los que entresaco aquí los que considera más importantes:
La situación de la demanda. Cómo evoluciona y cómo piensan que va a evolucionar los competidores. Y qué segmentos de clientes se van a mantener relativamente fuertes. Suelen mantenerse fuertes algunos segmentos valiosos, aquellos clientes que valoran la calidad del producto, los verdaderos aficionados que se atrincheran para resistir la moda dominante. Es el caso de los cigarros puros, por ejemplo, o el de las cámaras analógicas exóticas o puras, que siguen teniendo sus adeptos a pesar de la llegada aplastante de las cámaras digitales. Puede haber mucho dinero a ganar en estos segmentos de fanáticos durante mucho tiempo.
Las barreras de salida del sector. Si son altas, habrá un exceso de oferta, y la guerra de precios será inevitable. Si son bajas, muchos competidores se retirarán, dejarán el sector. Con ello la oferta se podrá adaptar mejor a la menor demanda, manteniendo e incluso a veces incrementando los precios. En ese contexto, la venta de recambios puede ser un elemento crucial para conseguir buenos niveles de rentabilidad.
La regulación. El modo en que actúe la regulación puede ayudar mucho a que se mantenga el negocio, o por el contrario puede hacer que desaparezca de inmediato.
Porter y Harrigan defienden que hay diversas estrategias posibles para sectores en decadencia, estrategias que pueden acelerar el proceso de salida de competidores y asegurar una mayor porción del pastel a nuestra empresa.
En conclusión, por tanto, hasta las empresas es sectores basura pueden tener un valor si sabemos encontrarlo, y luego gestionarlo. Y los precios pueden ser muy atractivos. Es obvio, no obstante, que en este caso la rentabilidad exigible (R) a la inversión en la compra de una empresa, debe ser más alta que lo normal, porque hay una clara prima de riesgo adicional.