Empresas a precios escandalosos
Hace un tiempo escribí en este blog que la próxima burbuja que se está gestando, después de la inmobiliaria, es la de los precios de las empresas.
Este fin de semana leía un artículo de Miguel Olivares en El País, titulado Los Serratosa se reservan , en el que explicaba que la familia Serratosa tiene una tesorería de 622 millones, porque no encuentra oportunidades de compra de empresas a precios razonables.
Los Serratosa acusan de es burbuja industrial a los fondos de capital riesgo y de inversión privada en general.
Explica el artículo que los Serratosa consideran absurdo que alguien esté dispuesto a pagar por una empresa un precio superior a cuatro o seis veces su EBITDA, pero se está pagando entre 10 y 12, [lo que es] una barbaridad.
Javier Serratosa, consejero delegado de Nefinsa, la sociedad de inversión de la familia, denuncia que las sociedades de inversión compran y venden empresas entre sí [mismas].
Creo que Serratosa tienen gran parte de razón en esto último. De hecho es lo mismo que yo mismo denunciaba en mi anterior artículo. Pero en lo que no estoy tan de acuerdo, o al menos creo que debería matizarse es en que el precio justo de una empresa sea 4 ó 6 veces EBITDA.
El precio justo de una empresa depende de su capacidad de generación de beneficios y del riesgo inherente a su negocio (el grado de incertidumbre respecto de sus beneficios futuros). Una empresa puede valer perfectamente 10 veces su EBITDA, en tanto en cuanto su negocio sea poco arriesgado y se le pida una rentabilidad baja (pongamos del 10%) y sus expectativas de crecimiento de beneficios sean altas.