En conclusión: hay que asumir el futuro que nos aguarda
Las empresas han de conocer y entender bien las posibilidades que plantean las nuevas TIC, y meditar bien el impacto que pueden tener en sus negocios. Para adelantarse a la competencia si es posible, y aprovechar las oportunidades que plantean y evitar o paliar las amenazas que puedan suponer para ellas.
Habrá quienes consideren estos cambios malas noticias, y quienes los vean como una bendición. Lo que está claro es que el mundo no puede pararse, y menos en estos tiempos.
Si usted empresario o directivo no se ve capaz de seguir el ritmo que los cambios están imprimiendo, deje su puesto a las nuevas generaciones, porque si no o hace, corre el riesgo de ver como su empresa desaparece en unos pocos años. Por mucho que ahora ni se lo imagine.