Érase una vez un mundo…
…que creyó que la tecnología sería su salvación, y en realidad fue su verdugo
Un mundo que estaba asolado por una crisis climática sin precedentes y que creyó que la tecnología en general, y en especial el desarrollo exponencial de la IA, aportarían las soluciones que la especie humana no podía o no estaba dispuesta a poner en práctica.
“No os preocupéis, que la tecnología resolverá la crisis climática (si es que existe)”, decían los negacionistas.
Pero la realidad fue que esa eclosión de tecnología supuso un incremento tal de centros de procesamiento y almacenamiento de datos, que acabaron precipitando el fin del mundo, porque agudizaron la crisis climática, generando más y más CO2 y consumiendo ferozmente recursos naturales (en especial agua); de tal manera, que el mundo traspasó todos los límites, sucumbiendo al fin.
No ayudó nada un entorno sociopolítico convulso, en el que la polarización y el cretinismo se generalizaron, gracias en gran parte a las redes sociales (otra fuente de consumo energético letal y de alineación del ser humano, ya desde la más tierna infancia).
Al paso que vamos, este puede ser el relato de nuestra extinción como especie.


Qué te ha puesto tan pesimista, Paco?!
Muy negra tu descripción, y no tengo argumento convincente para hacerte ver que sea imposible.
Solo una reflexión mía particular: como no dispongo de argumentos definitivos para ver el vaso medio lleno o medio vacíos, me trae mejor resultado la primera opción.
Just in case… 😊
Con muchas gracias por tus posts que no me pierdo ninguno