Escasea la esperanza
En estos momentos escasea una de las tres virtudes capitales que nos enseñaron a los que estudiamos el catecismo en la escuela: la esperanza. Las otras dos son la fe y la caridad, que también escasean.
Hemos de volver a recuperar esas virtudes, simples y claras, potentes como un obús, que hemos abandonado en estos momentos duros y difíciles en tantos y tantos países. Parece un sermón, pero es como lo siento, sentimentalismos y religiones al margen. Sólo teniendo fe y recomponiendo la esperanza, podremos salir de esta convulsión de cambio y de crisis del modelo anterior en la que estamos.
Nos corresponde a los empresarios poner nuestro grano de arena para que crezca la montaña de la esperanza, ahora tan pequeña.