España: ¿saldrá de ésta con parches?
Sigo dudando de que España sea capaz de reequilibrar sus cuentas públicas y mejorar la competitividad de sus empresas con las medidas de maquillaje que se están tomando.
Los problemas son estructurales y exigen medidas drásticas ("resetear el país" decía en un post reciente). Sin embargo nuestros políticos (y nuestra ciudadanía en gran parte) no se atreven, no pueden o no quieren que se tomen. El enfermo necesita un electroshock, y nos limitamos a cuidados paliativos.
Sólo con medidas drásticas, a la vez que certeras, podremos eliminar el derroche y la vergonzosa improductividad de nuestro sistema funcionarial y político. Sólo con medidas drásticas y acertadas podremos conseguir que nuestro entorno profesional, de servicios e industrial se sitúe a la altura de lo que le exige el siglo XXI.
Creo que podemos hacerlo, se trata de que consigamos apartar a los que se oponen, a los que se aferran a sus privilegios inmerecidos, a lo que siempre se ha llamado los "chollos", a los que no les importe que las cosas vayan mal, porque ellos nunca se sitúan en el problema. El problema son los otros. Ellos son víctimas, nunca culpables.
Si no conseguimos resolver ese cáncer, acabaremos en el desierto. Sin jóvenes válidos, que se marcharán (ya se están marchando al extranjero), sin inversores extranjeros (que huyen despavoridos), sin empresarios (que están cerrando empresas aquí e invirtiendo en otros países), sin ahorradores (que sacan sus dineros a países más seguros, más serios), incluso sin turistas (que se asustarán ante nuestra tasa de paro y el despunte de la delincuencia, así como el deterioro de nuestras infraestructuras).
O los ciudadanos sensatos asumimos los sacrificios que el cambio exige y forzamos que se tomen las medidas adecuadas, o nos forzarán a ello desde Europa. O lo que es peor, nos echarán o nos iremos solos del Club del Euro (y de la Unión Europea), y nos encontraremos con un país pobre, muy pobre, más cerca de África que de Europa.