Mis lectores saben que no soy de naturaleza pesimista, pero hoy debo reconocer que me cuesta mantenerme optimista. La impresión que transmiten los medios de comunicación y los mercados financieros es de hundimiento general de la economía mundial, con especial énfasis en la economía europea y concretamente en España. La tesis de muchos medios y concienzudos "expertos analistas" es, más o menos, que "España se hundirá, entrando en bancarrota, y con ella hundirá al euro y a la Unión Europea". Si todos nos creemos esa frase (y muchos se la están creyendo) acabará pasando. Y con esa frase abono la propia idea del hundimiento. Soy consciente.
¿Esto se hunde?
¿Esto se hunde?
¿Esto se hunde?
Mis lectores saben que no soy de naturaleza pesimista, pero hoy debo reconocer que me cuesta mantenerme optimista. La impresión que transmiten los medios de comunicación y los mercados financieros es de hundimiento general de la economía mundial, con especial énfasis en la economía europea y concretamente en España. La tesis de muchos medios y concienzudos "expertos analistas" es, más o menos, que "España se hundirá, entrando en bancarrota, y con ella hundirá al euro y a la Unión Europea". Si todos nos creemos esa frase (y muchos se la están creyendo) acabará pasando. Y con esa frase abono la propia idea del hundimiento. Soy consciente.