¿Hasta cuando la burbuja inmobiliaria?
Yo soy un convencido de que en España existe una burbuja inmobiliaria de carácter especulativo. Una burbuja de dimensiones considerables.
¿Por qué creo que hay una burbuja?
En mi opinión hay una burbuja porque el crecimiento desaforado de los precios de los inmuebles se basa en la creencia popular generalizada de que los inmuebles son una inversión segura, con la que siempre se gana dinero, porque siempre suben. Hay que invertir en inmuebles, aunque haya que endeudarse por ello. Esa fe irracional en la plusvalía inmobiliaria hace que toda la maquinaria de sector: especuladores del suelo, promotores, vendedores, financiadotes y compradores, se lancen como locos a especular con los bienes inmobiliarios, en una frenética carrera de compras, promociones, hipotecas, ventas, comisiones, intereses, etc. que en España nos han llevado a este estado de frenesí inmobiliario en el que nos encontramos.
Es cierto que los inmuebles no sólo responden al afán inversor-especulador, sino también a la existencia de una demanda real, tanto en pisos como en naves y locales, basada una en la corriente de inmigrantes y en la mejora de la renta media de los españoles, y la otra en las condiciones económicas generales. Pero eso no es suficiente para explicar las dimensiones del fenómeno en nuestro país.
En el mercado inmobiliario, como en todo mercado, los precios se forman de la intersección de la oferta y la demanda. La oferta es limitada y lenta (no se puede generar de hoy para mañana, y no lo puede hacer cualquiera), además, mucho propietario no pone su piso a la venta convencido de que no tiene otra opción mejor donde tener invertido su dinero (¡curiosa situación que explica muchas cosas!). Y la demanda ha estado hambrienta tanto por el crecimiento de la población (hemos crecido fuertemente en habitantes, gracias a la inmigración) como porque la compra en inmuebles ha sido y es para muchos la única salida lógica para sus ahorros (ante los magros intereses bancarios y las bajas e inseguras rentabilidades de acciones y fondos).
¿Qué va a pasar en los próximos dos años? ¿Cuándo acabará esto?
En estos momentos ya parece que la burbuja esté desinflándose poco a poco, lo cual es una muy buena noticia. Y en los próximos meses, a poco que la oferta siga llegando al mercado al nivel que se adivina (no olvidemos que los productos inmobiliarios tardan unos dos años en estar acabados y listos para el consumidor final), y la demanda se atempere, al estabilizarse algo el nivel de crecimiento de la población, así como haya una inflexión en los tipos de interés, así como una mejora en las rentabilidades de los activos financieros (la Bolsa), se va a producir, en mi opinión, un cambio de sentimiento en cuanto a la oportunidad de seguir comprando inmuebles, y los precios se van a ver frenados en seco, e incluso es posible que se les vea bajar algo, como está ocurriendo en otros países que pasaron procesos similares (véase Gran Bretaña, por ejemplo).
Confío en que el proceso sea lento y tranquilo. En beneficio de todos.
Conclusión: es momento de invertir en Bolsa, porque allí irán parte de los fondos que hasta ahora se encaminaban al ladrillo. Y mucho cuidado con comprar inmuebles a los precios actuales.