Hasta el año que viene no entrar en Bolsa
No creo que diciembre sea aún momento de volver a comprar acciones. El riesgo de recesión global no se disipará –o confirmará- hasta el inicio del próximo año, por lo menos.
Las ventas de la campaña de Navidad en todo el mundo darán una indicación creo que definitiva del estado del enfermo. Si fueran malas, pero dentro de lo previsto, podrían mandar un mensaje positivo que, junto a las medidas de actuación decidida de los gobiernos y las instituciones globales, como el FMI o el G20, y a la asunción del estado precario de la economía mundial, pueden sentar las bases de un horizonte de recuperación.
Es decir, veríamos el final del túnel en el primer trimestre de 2009, y empezaríamos a salir del túnel a partir de 2010.
Yo coincido con la mayoría de analistas que dicen que el primero en salir será los EEUU (en 2010) y luego Europa (en 2010-2011).
De ese análisis concluyo que he de esperar al 1 de enero de 2009 para plantearme seriamente la vuelta a los mercados de renta variable, y que he de empezar a invertir por EEUU, aunque sin descartar Europa a continuación.
La gran duda es si la caída nos llevará a una recesión más profunda de lo que incluso los más pesimistas se imaginan. Ahora estamos en caída libre y eso conlleva un círculo vicioso del que hemos de salir cuanto antes. Cuanto más tardemos de salir de él, peor será la crisis.
El empeño de los gobiernos ha de ser romper ese círculo vicioso, aunque hay quien aboga por dejar caer en caída libre y que sean los propios agentes económicos quienes decidan cuando hay que parar, porque sólo de ese modo la purga surtirá efecto, y haremos verdadera limpieza, que es lo que necesitamos, después de tantos excesos.
La virtud, como siempre, está en medio de ambas posturas. Ojalá purguemos lo suficiente para salir reforzados de ésta, y no volver a los antiguos vicios, pero no tanto que nos deje KO y tardemos muchos años en volver a ser los mismos.
Como siempre, no es nada fácil saber como actuará este monstruo de mil cabezas que se llama economía global, que se llama “mundo”.