Me ha parecido interesante para mis lectores compartir este comentario que he preparado para el libro HUMANISMO DIGITAL Claves para un liderazgo aumentado en la era digital, de Joan Clotet, publicado por mi editorial Libros de Cabecera, y que el próximo lunes presentamos en la Casa del Libro de Rambla de Catalunya, en Barcelona.
El tema central es la necesidad de desarrollar un nuevo humanismo y un nuevo tipo de liderazgo ante el avance de la tecnología, de la IA y la robotización.
Ante todo, debo decir que el libro de Joan es un libro optimista y constructivo. Porque Joan es una persona optimista y constructiva. Por desgracia, no abundan. Solo por eso el libro ya merece la pena leerse.
Joan nos traslada un aviso, muy oportuno, del enfrentamiento que ya estamos presenciando y seguiremos viviendo en el futuro, entre dos formas de inteligencia: la artificial y la humana. La inteligencia de las máquinas y la inteligencia de las personas.
Se trata de ver si somos capaces, como personas, de abordar ese enfrentamiento. Si lo somos, saldremos fortalecidos; y la convivencia hombre-máquina será pacífica y enriquecedora. Si no lo somos, saldremos debilitados; y las máquinas nos irán comiendo terreno y, poco a poco, la humanidad se empequeñecerá.
Puede parecer todo un poco trágico, pero es así, porque estamos en un momento crucial. Todo el mundo lo percibe.
Podemos abordarlo de forma pasiva, dejando a las máquinas que piensen por nosotros y pasando a jugar un papel secundario en lo que nos queda de vida planetaria; o podemos abordarlo de forma activa e inteligente, poniéndonos por encima de las máquinas y sabiendo encontrar nuestro papel como personas, conscientes de que somos la máquina más perfecta, el mejor resultado de la Creación. Precisamente porque tenemos emociones, intuición, y una capacidad de adaptación que nunca podrá tener una máquina, un robot.
Para conseguirlo hemos de desarrollar, como explica Joan en su libro, un nuevo humanismo. Nos hemos de “reinventar”.
Un humanismo que sepa convivir con las máquinas y utilizarlas; que aproveche su potencial. Y eso implica que las personas hemos de saber encontrar nuestros espacios: en la reflexión, en la innovación, en los sentimientos. No podemos pretender competir con las máquinas en su terreno. Hemos de competir en el nuestro. O mejor, no competir, sino desarrollarnos en el nuestro, aprovechando el apoyo que nos pueden dar las propias máquinas.
En definitiva, hemos de activar la INTELIGENCIA HUMANA para gestionar e ir más allá de la Inteligencia Artificial y los robots. Para que estén a nuestro servicio.
Joan, en suma, pone con este libro una primera piedra en la construcción del que podríamos llamar el “homo tecnologicus”, que vendría a ser una evolución “sabia” del homo sapiens.
Las consecuencias de esta evolución las debemos aplicar a todos nuestros ámbitos vitales: la propia persona, el entorno familiar y social, y el entorno profesional y empresarial.
En ese sentido, creo que nadie duda de que las empresas del futuro solo sobrevivirán si saben compaginar personas y tecnología, inteligencia artificial y humana, máquinas (robots) y personas.
Las personas hemos de afrontar la “invasión” imparable de la tecnología, y en especial de la IA, sin miedos, con una actitud positiva y proactiva. Ampliando nuestro conocimiento y encontrando nuevos espacios en los que aplicar nuestras competencias.
La tecnología nos debe favorecer, nos debe empoderar. Es una palanca, un trampolín que nos debe permitir llegar más lejos en nuestro propio desarrollo como seres humanos; tanto a nivel individual como colectivo.
El gran reto es saber gestionar ese tránsito.
El libro es una llamada de atención en ese sentido.
En cualquier caso, ¡las máquinas ya están aquí y los humanos no podemos quedarnos dormidos! ¡Hemos de desarrollar el humanismo digital! Joan nos marca el camino.
Gracias Paco por apostar por ello y acompañarme en este camino. Seguimos !