La burbuja inmobiliaria se está desinflando
Llevábamos mucho tiempo avisando que los precios del mercado inmobiliario no podían seguir subiendo sin parar. Por fin ha llegado la época de vacas flacas para el sector inmobiliario.
Espero y deseo que el frenazo no acabe con el sector de narices contra el suelo (y nunca mejor dicho), porque todos saldríamos perjudicados. Es decir, espero que la burbuja no explote, sino que se deshinche poco a poco.
En cualquier caso, es un hecho que se acabaron las alegrías desorbitadas en el sector, y que poco a poco se evolucionará hacia un mercado dominado por los compradores, y no por los vendedores, como ha sido en los últimos años.
Como en toda crisis, si se digiere bien, todo el mercado puede salir reforzado: oferta más seria, productos mejores, compradores reales y racionales, aumento de la oferta de alquiler, desaparición de oportunistas y desaprensivos, etc., etc.
Si no se digiere bien, oiremos llanto y crujir de dientes, y toda la economía española se verá afectada.
Yo apuesto por lo primero. Creo que seguirán vendiéndose inmuebles, e invirtiéndose en activos inmobiliarios y realizándose promociones, pero ya no valdrá cualquier cosa en cualquier sitio y vendida a cualquier precio y de cualquier manera. El sector inmobiliario se va a limitar a los profesionales, y se va, de alguna manera a industrializar. Creo que sería una buena noticia.
Quiero acabar contándoles que ayer estuve charlando con un notario amigo, en su despacho, y al verlo tan tranquilo y relajado, sin colas en la recepción, y apenas gente en la notaría, le pregunté cómo iban las cosas, y me confirmó que, desde principio de año las operaciones que les llegaban habían caído en picado. Y el 80% de esas operaciones eran de raíz inmobiliaria