La esperanza ante el calentamiento global
Recientemente leía un artículo que destacaba algunos de los avances que nos dejan un hilo de confianza en que podremos parar y quizás revertir el calentamiento global, y quiero compartirlos con mis lectores.
Los alimentos procedentes de vegetales que sustituirán la carne que ahora comemos y reducirán el CO2 producido por las vacas y otros animales. Estamos hablando de hamburguesas vegetales, de yogurs, queso, leche...
Obviamente la generación de energía renovable, principalmente solar y eólica, que mejora continuamente su eficiencia y reduce sus costes, de modo que en pocos años el carbón deje de usarse como fuente de energía.
Obviamente también los coches híbridos y eléctricos. Actualmente representan sólo menos del 2% de los coches que se matriculan en el mundo, pero en 2030 se vaticina que lleguen a ser el 80%; posiblemente más.
En el éxito de los coches eléctricos e híbridos juega la mejora de eficiencia y coste de las baterías; pero es que esas baterías mejoradas también van a afectar al consumo de electricidad en los hogares, comercios, industrias e infraestructuras, al permitir almacenar energía y así, por ejemplo, proporcionar más desarrollo a las renovables. Y a las nuevas baterías se añaden las redes inteligentes, que permiten gestionar mejor el transporte de energía eléctrica. En este campo seguirán apareciendo nuevas ideas. Una de las más recientes que ha llegado a mis oidos es la posibilidad de utilizar la energía desperdiciada de las redes wifi para proporcionar energía eléctrica en su entorno.
Y así pasamos a otro punto: el incremento exponencial de la eficiencia energética, tanto activa como pasiva. Se evoluciona hacia las construcciones con cero consumo de energía: autosuficientes. Las técnicas de construcción y los nuevos materiales parece que lo están haciendo posible. Sin aire acondicionado ni radiadores.
Por último, pero no menos importante, la gestión mejorada de los bosques y los grandes espacios naturales en general.
En fin, espero que usted, querido lector, lo veo, como yo, como un rayo de esperanza en este mundo inhóspito al que parece que estemos abocados.