La Gran Meta
Las empresas han de moverse bajo el paraguas perpetuo de una GRAN META. Un objetivo global que marque el rumbo de la empresa a largo plazo, a 10-20 años vista, y que sea la inspiración de los accionistas, los directivos y el resto de empleados. Algo difícil de alcanzar pero no inalcanzable.
¿Cuándo se marca o se actualiza esa Gran Meta? Cuando se produce un cambio en la cúpula; el cambio del presidente o el consejero delegado.
¿Cada cuándo es eso? Pues si hubiera de dar un plazo medio diría que 15 años.
Las empresas son ante todo y sobre todo personas. Y entre esas personas hay una que representa el cerebro y el motor de esa empresa. El cargo más lógico en el que encontramos a ese líder es el de Consejero Delegado. Cuando ese líder es nombrado, e inicia lo que podríamos llamar su égida, es decir, su era o reinado, es cuando debe definir y comunicar su Gran Meta. Esa meta debería durar lo mismo que su mandato como consejero delegado, y ser renovada por la Gran Meta del líder que le sucediera.
Lo normal es que el Consejero Delegado pase a ser Presidente, y deje al nuevo Consejero Delegado que defina libremente su propia Gran Meta, aunque no es extraño que el Presidente influya en la renovación de la Gran Meta, lo cual a veces no es bueno, porque coarta la libertad del nuevo Consejero Delegado, y da como resultado una Meta sin un autor definido, ni un rumbo claro.
En definitiva, en la empresa se solapan permanentemente tres generaciones:
? El pasado, representado por el Presidente, que suele estar entre los 55 y los 70 años.
? El presente, representado por el líder, el Consejero Delegado, que debería estar entre los 40 y los 55.
? Y el futuro, que son los directivos de 25 a 40 años que despuntan, entre llos que estará el futuro líder.
Cada uno de ellos está en un ciclo vital personal distinto, acorde con su papel en la empresa: los llamados directivos jóvenes están en el ciclo del crecimiento como personas y como directivos, de los 25 a los 40; el líder está en el ciclo del poder, de los 40 a los 55; y el Presidente está en el ciclo del retiro, de los 55 a los 70.
Espero que estas ideas hagan pensar al lector de esta weblog. Y que su criterio le permita adaptarlo a su realidad personal y empresarial.
La cuestión principal que me ha hecho escribir estas líneas es abogar por algo en lo que creo firmemente: la importancia de tener una Gran Meta.
Querido lector: ¿Cuál es hoy en día La Gran Meta en su empresa? ¿Cuál es ahora mismo la gran meta en su vida? Espero que tenga una respuesta satisfactoria para ambas preguntas.