Las bolsas odian la incertidumbre, y que estemos viviendo un ambiente prebélico, con anuncios de que mañana van a atacar, aparte de recordarnos el humor del mejor Gila (si se me permite la frivolidad), supone que empiezan a descontarse los peores escenarios.
La incertidumbre de la guerra
La incertidumbre de la guerra
La incertidumbre de la guerra
Las bolsas odian la incertidumbre, y que estemos viviendo un ambiente prebélico, con anuncios de que mañana van a atacar, aparte de recordarnos el humor del mejor Gila (si se me permite la frivolidad), supone que empiezan a descontarse los peores escenarios.