La industrialización de la agricultura es imparable
Solo sobrevivirán los agricultores que sean ante todo empresarios
Tenemos idealizada la figura del agricultor o ganadero que hace una vida bucólica en el campo. Pero eso se va a acabar; si no se ha acabado ya. Nos guste o no nos guste.
La única manera de tirar adelante una explotación es plantearla como una empresa, como un negocio. Es decir, analizar las inversiones, conseguir economías de escala, reducir los costes, asegurar razonablemente los ingresos, analizar los riesgos y a poder ser asegurarlos.
Todo ello implica:
Inversión (capital)
Tamaño (cuanto mayor, mejor)
Mecanización
Tecnificación, informatización, que va más allá de mecanización; implica sensores, seguimiento de parámetros para asegurarse que se optimizan todos los elementos de la explotación
Formación de personal
Por descontado riego, unido a un aprovechamiento milimétrico del agua
Tratamientos anti plagas y de fertilización, dentro de unos parámetros ecológicamente sostenibles
Los productos obtenidos son igual de buenos en las grandes explotaciones de regadío que en las pequeñas; incluso mejores. Los productos se recogen en el momento justo y el paso del campo al consumidor es rápido y estrictamente controlado. No siempre es así en las explotaciones pequeñas.
No digo que no haya espacio para explotaciones muy especializadas. Tienen sentido en la medida en que dirijan a mercados muy específicos. Pero solo aguantarán si también son gestionadas de modo empresarial. Por desgracia hay quien cree que basta con hacer un buen producto: y no basta. Hay que cuidar las finanzas y el marketing, aunque con eso parezca que se alejan de la esencia de lo que pretenden hacer.
La industrialización del campo es inevitable y es la solución a la desertización de las zonas rurales. Hay que cambiar la mentalidad de la sociedad, que ahora demoniza a las empresas agrarias serias. Y es al contrario, son ellas las que salvarán a la España vacía. Y las que permitirán que los mercados de alimentos sigan abastecidos a precios razonables.
Acertado análisis Paco. La mecanización e industrialización agrícola son el presente y el futuro de la humanidad, la seguridad alimentaria debe ser promovida y apoyada por los gobiernos, para que sea productiva como empresa perdurable. En los países del nuevo mundo, donde aun la agricultura es primitiva y precaria, las empresas agrícolas sustituyen cultivos ilícitos, crean oportunidades de empleo, sacan fuera los carteles de la mafia, detienen la deforestación y se alcanza la paz, que comienza por el desarrollo rural. Si bien es cierto que hay en esos países inequidades en la propiedad de la tierra, la solución de gobiernos ultra populares de izquierda de regalar pequeñas parcelas de tierra a campesinos pobres sin capacidad de inversión, sin conocimiento ni recursos, es un gravísimo error, no se soluciona nada y si se ata a las personas y sus familias a parcelas de tierra inútiles de las cuales ni siquiera pueden derivar su sustento, que a la vuelta de unos años abandonan o las alquilan para cultivos ilícitos.