La inversión extranjera en España
España está viendo como la inversión extranjera es cada vez menor. La caída está alarmando a la sociedad y a los políticos, porque estamos acostumbrados a que las multinacionales inviertan aquí. Así ha sido durante muchos años, y ahora nos sorprendemos de que no pase, y nos preocupamos de las consecuencias. Además, y no es casualidad, esa falta de inversión viene acompañada de la salida del país de algunas multinacionales que invirtieron en el pasado.
Muchos achacan estos fenómenos a la llamada deslocalización, y de alguna manera buscan quienes son los culpables, y los encuentran en las perversas multinacionales (ya se sabe, siempre buscando el beneficio ) y en ausencia de éstas, en nuestros ineficientes políticos.
Creo que debemos preguntarnos porqué se van o no invierten las multinacionales en nuestro país. Y buscar las razones de fondo, pero no para señalar culpables, que no solucionará el problema, sino para encontrar soluciones si es que estamos a tiempo de encontrarlas, ¡que siempre se está a tiempo si se pone manos a la obra!
Las multinacionales invierten y entran en una primera fase en países donde pueden comprar capacidad de producción más barata en las calidades mínimas exigidas para su producto. Por eso entraron en España desde los 60 hasta los 80.
Posteriormente esos países mejoran sus rentas, y aunque sus costes no son tan bajos, aún es rentable invertir en ellos, porque aún son competitivos (con estándares de calidad mejorados) y sobre todo porque han pasado a ser un mercado muy atractivo, con altas tasas de crecimiento, en parte consecuencia de la ola de inversión y empleo provocada por la fase de inversión foránea anterior. Así fue en España entre los 70 y los 90.
Pero llega un punto en que ese ciclo se agota. Los costes se equiparan a la media de otros países, y el crecimiento del consumo ya no es tan prometedor como antes, porque los países se estabilizan en unos estándares de vida altos. Es el caso de España en estos momentos. No somos trabajadores baratos, ni un mercado en alto crecimiento. Al menos no lo somos comparados con las alternativas que se les presentan a las multinacionales para hacer lo mismo que somos capaces de hacer nosotros en otros países: principalmente los países del Este de Europa o los países emergentes de Asia (con China a la cabeza).
¿Dónde nos deja eso? En una posición incómoda, donde no podemos esperar más inversión, salvo que ofrezcamos algo interesante (así de interesadas son las perversas multinacionales).
¿Qué debemos ofrecer? ¿Qué podemos ofrecer? Lo que podemos y debemos ofrecer es una combinación imbatible de TALENTO Y ENTORNO.
Talento quiere decir personas, capacidades de hacer cosas que conlleven un conocimiento y una complejidad que exija un nivel de experiencia y de educación que otros países no tengan.
Entorno que facilite el desarrollo y la acogida de ese talento. Eso quiere decir infraestructuras de comunicaciones, universitarias, de investigación Y también quiere decir apoyo a la educación internacional, en especial en idiomas. ¡El nivel de inglés de los trabajadores españoles ha de ser el mejor del mundo, o al menos estar a la altura de los mejores! Y entorno también quiere decir calidad de vida.
Así como en esto último estamos muy avanzados (lo que no quiere decir que no hayamos de seguir mejorando en limpieza, seguridad, etc.) en lo demás hemos de hacer un esfuerzo todos. El reto no es sólo de los políticos, es de los ciudadanos, y en especial de los jóvenes. Y los padres hemos de apoyar y motivar a nuestros hijos para que acepten ese reto. Nos jugamos su futuro.