La vertiginosa caída de la cifra de negocios
En España estamos padeciendo un fenómeno que hasta ahora la mayoría sólo había vivido de lejos: el hundimiento a plomo de la economía. Caídas de las cifras de ventas del 30, 40 y hasta 50% en la mayoría de negocios, es algo que habíamos visto que pasaba en Argentina, o en algún otro país hispanoamericano, pero nunca aquí.
Este fenómeno está trayendo la desesperación a la sociedad española. A empleados, que se están yendo al paro a una velocidad vertiginosa (20% de la población activa, 5 millones de parados), y a empleadores, que están entrando en banca rota en masa (3.000 quiebras en lo que va de año).
Por ahora nadie le ve el fin a este infierno.
Los que pueden aguantan revisando hasta el último euro de los costes. Los que no pueden, cierran las empresas y van al paro. Todo ello que agrava cada día más la situación.
Sin duda alguna nos estamos convirtiendo en un país más pobre. La cuestión es: ¿sacaremos alguna enseñanza de esto? ¿saldremos de esta crisis peores o mejores? ¿asumiremos los errores cometidos o nos enrocaremos y sacaremos los peor de nosotros mismos? En España conviven, como en todos los países del mundo, el ying y el yang, la semilla del bien y la semilla del mal, la cultura del esfuerzo, el ahorro, la seriedad, el pago de impuestos y el respeto a las leyes, que es la cultura ganadora en Europa, y la cultura del egoismo, la vagancia, el derroche, la corrupción, la picaresca y la burla a la ley que por desgracia es la ganadora en tantos países de Latinoamérica. España se ha dicho siempre que es un "puente" entre América y Europa. En esto también lo es. Somos mitad Hispanoamérica y mitad Europa. Depende la mitad que se imponga seremos un país distinto.
¿Cuál de las dos ganará al final de la batalla que nos presenta esta crisis? Esperemos que sea la primera, y que salgamos mejores y reforzados de esta prueba a la que estamos siendo sometidos. De no ser así, no me extrañaría que se repitiera un éxodo similar al que sufrió el país al finalizar la Guerra Civil, y muchos de nuestros ciudadanos nos dejasen.