Las crisis sacan lo mejor y lo peor de nosotros
Esta crisis, como todas las crisis, nos está poniendo a prueba.
Está poniendo a prueba los modelos de negocio y está poniendo a prueba nuestra capacidad como gestores y la del equipo humano del que nos hemos rodeado. Es ahora cuando nos damos cuenta de que en la época de vacas flacas fichamos a gente que no estaba a la altura de los retos que nos planteábamos, y ahora no responden con la eficiencia requerida ante la crisis, nos damos cuenta de que deberíamos haber prescindido de ellos hace tiempo. También nos damos cuenta de que tenemos clientes de los que también deberíamos haber prescindido. Y lo más duro de digerir es que nos damos cuenta, en lo más íntimo de nosotros mismos, que no éramos tan buenos gestores como creíamos. Que el rumbo de nuestras empresas no era tan acertado, que la solidez de nuestro equipo deja mucho que desear, que la eficiencia de nuestros procesos, ahora que hay ponerlos a prueba de verdad, no está a altura de las circunstancias.
Superar esta crisis nos dará mucho trabajo, pero nos ayudará al menos a ser más humildes, y a empezar desde cero en muchos aspectos de nuestro quehacer diario. Si es que nos quedan ánimos y recursos.