¿Liquidación o concurso?
Las empresas se pueden ver en la tesitura de ser incapaces de continuar con sus operaciones. Entonces deben plantearse el concurso de acreedores, para que éstos se repartan el patrimonio empresarial antes de que éste se degrade más.
Pero el concurso a veces no es la única salida. Cuando se trata de una pequeña empresa, con un reducido volumen de activos, así como pocos acreedores, existe la alternativa de plantearse la negociación extrajudicial con los acreedores para llegar a un acuerdo que permita liquidar la empresa sin pasar por el largo y costos proceso del concurso, del que salen normalmente perjudicados tanto la empresa como los acreedores.
No digo que siempre sea la solución, pero al menos hay que intentarlos si se dan las circunstancias adecuadas.
Hoy mismo le he recomendado a un pequeño empresario que se olvide del concurso (que no puede ni siquiera pagar) y se plantee una liquidación extrajudicial.