Los condimentos básicos de la eficiencia de las organizaciones
Un estudio de McKinsey ha averiguado que hay tres condimentos básicos e imprescindibles en la elaboración de una organización eficiente. Esos tres elementos son: 1. Un reparto de papeles claro y bien definido, donde cada uno sepa qué se espera de él. 2. Una visión de futuro clara e inspiradora, a partir de una estrategia ambiciosa pero acertada. 3. Una cultura que fomente la confianza, la autonomía y la mejora constante.
El estudio demuestra que todas las empresas han de tener un nivel adecuado en cada uno de estos tres puntos si quieren subsistir. Si fallan en alguno de ellos, no sirve para nada que sean excelentes en los otros dos. También demuestra que combinar un buen nivel en cada uno de los tres, sin más complicaciones, es a veces mejor que implantar complejos sistemas de gestión. La mayor complejidad no se compensa con mejores resultados. De hecho también afirma que la implantación aislada de algunos de los conceptos que más han sido más valorados en el pasado, como la gestión por incentivos, los indicadores clave de gestión (KPIs), los planes estratégicos detallados, o un liderazgo fuerte, no es suficiente en aislado. La clave del éxito, pues, es la combinación de condimentos. No vale la gestión por modas, implantando la ultima técnica que ha salido de la fábrica de modas empresariales de las universidades norteamericanas. ¿Quién no prefiere un potaje a un sushi?