Los directivos valoran los idiomas y la red de contactos
Acaba de llegar a mis manos una separata del diario Cinco Días dedicada a las Claves del Éxito Profesional de los directivos.
En él se incluye una encuesta a 100 directivos de la que entresaco los resultados a la pregunta Si pudieran volver atrás, ¿qué harían diferente? porque me perece que merecen un comentario y una reflexión.
Las dos respuestas más frecuentes a dicha pregunta son:
1.Idiomas
2.Red de contactos
Me ha hecho pensar que queden detrás de éstas otras respuestas como el desarrollo de habilidades directivas o la formación.
Se me ocurre que los directivos envidian a aquellos que se han centrado en conocer y dominar varios idiomas y en desarrollar una buena red de contactos, quizás en detrimento de la preparación técnica en gestión de negocios.
Los idiomas son la eterna asignatura pendiente del directivo español. Aunque las cosas van cambiando a mejor, creo, en las últimas generaciones. Sobre todo en lo que hace al inglés. De hecho existe una proporción destacada de altos directivos que son multiculturales, ya que el hecho de la multiculturalidad les da un plus, una ventaja, que les es especialmente útil en su carrera profesional. De ahí también el deseo de muchos padres de mandar a sus hijos a colegios ingleses, franceses o alemanes, por ejemplo, en España. Y de ahí también el empeño en completar los estudios en España con master o postgrados en el extranjero. En especial en los Estados Unidos.
En cuanto a la red de contactos tampoco hay dudas. La agenda lo es todo, me decía cada dos por tres un compañero de promoción en la licenciatura en ESADE que acabó la carrera con mis apuntes, despreocupado de lo que aprendía, asumiendo que se trataba de un mero trámite para colgar un título en la pared de su despacho. Y que si era necesario lo compraría. El futuro le dio gran parte de razón. Por suerte no toda. Esta claro que tener una agenda repleta de contactos es muy importante, por eso la ventaja que los directivos procedentes de una buena familia tienen sobre los que proceden de barrios populares o familias humildes y trabajadoras. Y también el afán por mandar a los hijos a buenos colegios. Ya en la universidad, conseguir una buena red de amigos es esencial en la carrera profesional, así como seguir construyéndola en los primeros trabajos, de ahí la demanda de firmas como Arthur Andersen en su momento, u otras firmas de consultoría famosas, como Accenture o McKinsey.
En fin, ¿verdad que no descubro nada nuevo?