Los nuevos modelos de negocio de Internet, un reto para los reguladores
El acceso global a Internet ha supuesto una eclosión de nuevos negocios. Uno de los más exitosos ha sido el que representa Airbnb, que permite a particulares alquilar sus apartamentos a través de la red. Pero el negocio funciona tan bien que está pidiendo una regulación a gritos. Por ejemplo para evitar que los vecinos sufran los desmanes de los inquilinos de esos apartamentos, como está pasando ahora mismo en el barrio de la Barceloneta en Barcelona. O para evitar que grupos inversores que disponen de multitud de apartamentos ofrezcan verdaderos hoteles ilegales, como parece que está pasando en Nueva York.
Leo que Berlín ha prohibido los alquileres por días o períodos cortos, para poner orden en esta jungla. Otros tendrán que hacer lo mismo pronto. Y Airbnb tendrá que amoldar su modelo a la nueva situación.