Mis impresiones sobre la economía y los mercados de valores en 2005
Creo que 2005 puede ser un buen año si los Estados Unidos reducen su déficit comercial y su déficit fiscal, para lo que espero que el Gobierno Norteamericano tome alguna medida en cuanto a aumentar la fiscalidad del consumo (el IVA, por ejemplo), para que disminuya el consumo (y por tanto el déficit comercial), y aumenten los ingresos públicos (y por tanto el déficit público).
Actualmente, la tasa de ahorro de los hogares estadounidenses es bajísima, y el país (y el mundo) no puede seguir así, confiando en que serán los extranjeros quienes financien la economía norteamericana.
Por otro lado, la subida de los tipos de interés y la saturación de la oferta deben ir desinflando la burbuja inmobiliaria, poco a poco, en USA, así como en España, del mismo modo que ya está pasando en otros países, como Gran Bretaña, donde los precios de los pisos han bajado en 2004.
Si en los USA se ralentiza en consumo y mejoran las perspectivas fiscales, la devaluación del dólar frente al euro puede parar, dando una perspectiva de cambio no más allá de 1,35 $/ en 2005. Incluso por debajo.
Donde debería seguir presionando el dólar es en las divisas asiáticas, en especial yen y yuan, que deberían revalorizarse frente al dólar en 2005, ayudando a la contención del consumo norteamericano, y a disminuir el déficit comercial.
Las compañías centradas en el consumo norteamericano verán limitado su crecimiento en 2005, pero no así las multinacionales que desarrollen gran parte de su negocio en Europa y Asia (China en especial), donde los crecimientos de los mercados internos han de ser buenos, iguales o mejores a 2004.
Las sombras en ese panorama sólo vienen por el terrorismo. El panorama político, en condiciones normales debe ir a mejor, aún con las incertidumbres de Iraq, porque parece difícil pensar en un escenario peor que el que hemos sufrido en 2003-2004.
La estabilidad del Gobierno Americano, así como la ratificación previsible de la nueva Constitución europea deben dar mensajes positivos a los mercados en 2005.
Parece, por otro lado, que los movimientos corporativos de fusiones y adquisiciones de empresas se reavivan ante el panorama de consolidación de algunas tendencias positivas de la globalización, como el avance en el espacio europeo, o la entrada de China en el mercado de las operaciones corporativas, o la convergencia de las empresas de tecnología informática y comunicaciones, con el resurgimiento del ebusiness, ahora más centrado en lo que de verdad es negocio, aunque sin descartar de que volvamos a vivir una burbuja especulativa en 2006, cuando el mercado, si experimenta las subidas que puede experimentar en 2005, se vea invadido por los especuladores. Pero es un riesgo que no veo en 2005, al menos en la primera mitad del año.
Por tanto, creo que es un buen momento de invertir, centrándose en sectores que estén en fase de crecimiento y/o consolidación, y en empresas que tengan un modelo de negocio consistente y un liderazgo eficiente, indiscutido y con afán de permanencia a medio plazo.
En ese sentido apuesto por empresas del mundo de las tecnologías de la información como SAP, Indra y Microsoft, o quizás Google. O por empresas de telecomunicaciones como Telefónica. Así como con compañias de modelo de negocio y management perfectamente consolidados como Schneider, Carrefour o 3M.
También creo en el sector financiero en 2005, por dos razones: una, que la subida de tipos de interés siempre les ayuda a mejorar sus márgenes; otra que se van a seguir dando movimientos corporativos en este sector, es especial en Europa, donde la batalla por los puestos principales en la banca europea no ha hecho más que comenzar. Por eso estoy en RBS o Santander, o en la italiana Capitalia. Todas ellas, además, con líderes claros, brillantes y reconocidos.