No sólo fiesta y siesta
Pasé el fin de semana en Londres con mi hijo Guillermo, y leyendo la prensa inglesa y hablando del estereotipo de lo español que tienen allí, salía el tema de la siesta. Nos sorprendía comprobar que siguen creyendo que en España todo el mundo, todos los días, se dedica a dormir la siesta después de comer.
Nos siguen viendo como una sociedad extraña, lejana de la modernidad, ajena al trasiego laboral y a los compromisos de realización de proyectos a tiempo, o al respeto de agendas apretadas. Prácticamente piensan que no trabajamos después del almuerzo. A la mayoría de los españoles esa idea nos parece inconcebible. Pero no es así. Hoy en día y en cualquier periódico, la imagen de los españoles sigue siendo esa. ¡Es un gran handicap contra el que nos enfrentamos! Cómo podemos ser buenos profesionales. Cómo podemos hacer productos o abordar proyectos con garantías. Sin duda, no somos gente de confianza.
Tampoco somos simpáticos o creativos, como los italianos. En realidad, no valemos para nada. esa es la triste conclusión, en la mente de la población de los grandes países.
Lo triste es que no estamos haciendo nada, a nivel institucional, para corregirlo. Quizás tengan razón.
Han sido muchos años de predicar que somos el país de la fiesta y la siesta. Ha sido un buen slogan, y sigue siendo válido para llenar nuestros hoteles, pero también nos ha hecho mucho daño.
¿Tendría sentido un mensaje del gobierno en el Financial Times con un titular del tipo SPAIN, NOT ONLY FIESTA AND SIESTA? Supongo que para eso no hay dinero. Hay cosas más importantes, dirán. Yo lo dudo.