Quién debe dirigir las empresas familiares
Acabo de leer las conclusiones de un estudio de McKinsey y la London School of Economics sobre quién manda en las empresas familiares (el estudio contempla empresas de Francia, Alemania, UK y EEUU), y qué resultados obtienen dichas empresas en función de quién manda. La conclusión que ofrece el estudio es doble.
Por un lado, que, consideradas globalmente, las empresas dirigidas por profesionales ajenos a la familia obtienen mejores resultados.
Por otro, que cuando las empresas las dirigen quienes han sido elegidos por su mayor capacidad entre todas las personas disponibles en la familia, los resultados no son tan distintos de cuando se trata de profesionales independientes.
La primera conclusión no me ha sorprendido, y creo que no es novedosa para casi nadie. Poder contar con todo el mercado de ejecutivos de talento para elegir al mejor, es lógico que traiga como resultado una gestión más brillante, en términos generales.
Lo que sí me ha parecido remarcable es leer la segunda de las conclusiones. Muchas empresas familiares se limitan a ejecutar el mecanismo de asignación hereditaria al hijo mayor, y éste no siempre es el más dotado para la gestión. Ser capaz de romper ese mecanismo, y escoger a quel de los hijos (o sobrinos) que esté más preparado para dirigir la empresa, puede ser la clave del éxito del cambio generacional en la misma.
Sin duda alguna, las decisiones testamentarias, y los pactos familiares (el "protocolo familiar") pueden ayudar mucho a que sea posible.