La respuesta es: nadie. Porque no se puede parar. O si se intenta se te lleva por delante. Ese esa es la imagen que me imagino cuando se habla de por qué no se paró la burbuja inmobiliaria. Como a un tren a toda velocidad, sólo se la podía haber evitado no permitiendo que el tren alcanzase una velocidad imparable. Y no se hizo. Quizás porque no se pensó que se llegaría a ese nivel de calentamiento, o que no sería imparable.
¿Quien para un tren lanzado toda máquina?
¿Quien para un tren lanzado toda máquina?
¿Quien para un tren lanzado toda máquina?
La respuesta es: nadie. Porque no se puede parar. O si se intenta se te lleva por delante. Ese esa es la imagen que me imagino cuando se habla de por qué no se paró la burbuja inmobiliaria. Como a un tren a toda velocidad, sólo se la podía haber evitado no permitiendo que el tren alcanzase una velocidad imparable. Y no se hizo. Quizás porque no se pensó que se llegaría a ese nivel de calentamiento, o que no sería imparable.