¿Quien pensaba que la explosión de la burbuja inmobiliaria iba a ser tan letal?
Yo avisé repetidamente de los peligros de la burbuja inmobiliaria, pero he de reconocer que no me imaginaba que su explosión iba a ser tan dañina. La caída de la actividad inmobiliaria y de los precios inmobiliarios se está llevando por delante el sostenimiento de la administración pública y el sistema financiero español, porque ambos se desarrollaron en exceso apoyados en el boom inmobiliario.
Estamos viviendo el peor período de la sociedad española desde la posguerra. Nuestros parados y desahuciados dan fe de ello.
A corto plazo todo es doloroso. Confiemos que a largo plazo (lo he dicho muchas veces en este blog) sirva para que limpiemos de irregularidades e ineficiencias nuestro entramado social, económico y político, y entremos de verdad en el siglo XXI.