¿Quien tiene razón?
Las perspectivas económicas son ambiguas.
Si lo miramos en negativo, podemos decir que los atisbos de mejora son consecuencia de los recortes de costes que han llevado a cabo las empresas y del gasto público invertido en incentivos, y que ambos elementos ya están agotados, con el saldo de parados que todos conocemos, y el resultado de una demanda de bienes de consumo hundida, lo que hace muy difícil que la recuperación se mantenga. Son los que vaticinan unos meses o años de depresión (económica y psicológica).
Si lo miramos en positivo, podemos decir que el mercado inmobiliario parece empezar a tocar fondo, aunque sea muy por debajo de los precios que se llegaron a alcanzar (-30 y -40% en muchos casos, y un mínimo de -15%), que la productividad se está recuperando (por fuerza) y que la crisis trae cosas positivas como la mayor flexibilidad de los factores de coste (en especial el laboral) y la apertura a nuevos mercados de la mayoría de empresas. Quizás también el recorte del aparato público o la racionalización del panoramma bancario.
¿Quién tiene razón?
Es difícil saberlo. Va a depender de la propia actitud que tomemos las personas, los elementos clave en todo proceso económico. Y de cómo nos ayuden los poderes públicos con sus medidas acertadas.
Yo soy optimista, porque quiero ser optimista. Pero si quisiera ser pesimista, también podría serlo. Supongo que es lo que nos pasa a todos.