Reflexiones sobre la organización de las empresas
Las empresas deben ir adaptando su organización a los elementos que configuran la personalidad del negocio:
Sociedad, valores vigentes en la sociedad en la que se enclava. Por ejemplo, fomento del teletrabajo.
Tecnología, avances tecnológicos a los que tiene acceso. Por ejemplo, internet.
Liderazgo, estilo de liderazgo, características personales de los directivos y sobre todo del primer ejecutivo.
Estrategia Corporativa, qué quieren priorizar los accionistas. Por ejemplo, crear una marca o un portfolio de negocios.
Estrategia Competitiva, qué objetivos estratégicos se pretenden, ya sea para ganar rentabilidad o para ganar cuota (¿crecimiento o beneficio?). Y qué esquema organizativo se considera más idóneo para conseguirlo. Por ejemplo, organización por orientada al producto o al cliente.
De ahí debe salir un organigrama y una política de RRHH, incluyendo los perfiles deseados de cada puesto de trabajo.
El sexto elemento son los sistemas. Los sistemas deben responder a todo ello. Son lo último o deberían serlo. Los sistemas deberían adaptarse a la organización y no al contrario.
Lo más importante si se quiere tener una organización efectiva, que sume y no reste, es la ALINEACION de todos estos factores.
No es fácil, conozco pocas empresas en las que se produzca una alineación al 100%. Se debe, por un lado, a que no se sabe hacer mejor, por ejemplo, porque uno de los elementos (habitualmente los sistemas) viene dado y es difícil modificarlo. Pero también porque se producen cambios (es una constante) en alguno de ellos, y a la organización le cuesta adaptarse.
Trabaje esta problemática y su empresa irá sola.
Creo que es la principal función del primer directivo.